la linea de trabajo fue una modificación de la propuesta de las herramientas, se cambio el relato y se sumaron las manos del trabajador a los lados de la herramienta, usando distintas técnicas que sean relativas al tipo de trabajo descrito en el dibujo.
(adjunto marco teorico)
La capacidad del hombre de adaptarse a su medio ambiente ha sido siempre un primer motor de la historia humana. Pero esto ha sido reciproco en la forma en que también el hombre modifica la naturaleza que lo rodea por medio de herramientas extraídas (y abstraídas) tanto de su cuerpo como de su entorno, esto ha ido definiendo la capacidad del homo erectus a homo Faber gracias su intelecto como a sus pulgares oponibles de crear herramientas para poder satisfacer sus necesidades propias.
Por ende, el hombre es intrínsecamente un ser que perfecciona sus técnicas para satisfacer sus necesidades lo que podría establecerse como la base de lo que hoy entendemos como trabajo u oficio. En el texto de Ricardo Yépez y Javier Aranguren Echevarria “fundamentos de antropología” reconoce tres finalidades del trabajo:
- como forma de satisfacer una necesidad, ya sea biológica, cultural, educacional, etc.
- como método de transformación del entorno natural del hombre, mejorando al mundo dotándolo de racionalidad, para así alcanzar sus fines propios.
- como forma de auto perfeccionamiento, adquiriendo nuevos hábitos, adquiriendo experiencia e incluso adquiriendo una profesión.
De esta tercera idea del trabajo comprendemos esa arista de la actividad que repercute en el individuo, haciendo el trabajo una cierta forma de actividad de retroalimentación, donde el trabajador produce y así también el trabajo genera al trabajador. Esto se ve también físicamente reflejado en la persona, que ve su cuerpo adecuarse a su trabajo, adelgazándose, generando musculatura, etc. Pero por sobretodo esto repercute en la primera herramienta del homo habilis: las manos. Es fácil reconocer la forma en que el tiempo y las ocupaciones van mermando la piel y los músculos que funcionan en esta extremidad del cuerpo. Así se grafica la mano como propia (por su posición) para ser entendido desde una perspectiva moral y ética, valorizando el esfuerzo y trabajo muchas veces no reconocido por el entorno social capitalista imperante.
De esta forma el autor pretende hacer evidente al lector la existencia del individuo trabajador y obrero, hasta los altos círculos de las clases productoras del país y en forma particular, de concepción.
Descripción:
Tomando como punto de partida la identidad del trabajador, se hace inevitable tomar su propio punto de vista. Ver las manos como si fueran propias, asumir su condición y valorar su esfuerzo, simulando una pausa, donde el mismo se detiene a ver su esfuerzo, a encontrarse consigo mismo y su historia, en las propias manos.
Los dibujos, trabajan la trilogía temática del trabajo-identidad-persona, es por esto que los dibujos están compuestos de dos manos, en posición relajada y descansada, además de una composición que las sitúa como si fueran las del mismo lector. Entre las dos manos, la herramienta propia del trabajador que en los casos particulares son: peluquero: tijera y peineta; costurera: hilos y agujas; vulcanizador: taladro neumático de impacto; pianista docente: piano; carnicero: cuchillo; doctor: fonendo; secretaria: lápiz y teléfono; dueña de casa: utensilios de limpieza.
Los ocho dibujos están hechos en distintas técnicas de la grafica y la ilustración:
Dibujo académico al carbón, croquis al carbón, dibujo digital, dibujo de achurado con tiralíneas, acuarela, coloreado con lápices, scratchboard y croquis con aguadas. También así los dibujos están hechos sobre distintos papeles y materialidades que se condicen con la técnica y el oficio retratado, estos papeles son: Papel Kraft de alto gramaje, papel couché, papel Fabriano, papel murillo, MDF trupan con una capa de pasta muro e imprimado con tinta china, papel de diario y papel camisa.
Estos ocho dibujos van acompañados por las 8 postales de los individuo seleccionados para el trabajo, compuestas de un anverso con una fotografía en blanco y negro del trabajador en su actividad propia y un reverso con el dibujo de ambas manos y el nombre de cada individuo más su ocupación escrito con una tipografía que se condiga con el oficio u ocupación del individuo.
Los dibujos tienen un montaje en un paspartout de MDF trupan pintado negro y las postales/folletos van en un pequeño mueble con forma de paralelepípedo con calces por sus cuatro costados, como si fuese un dispensador de sucursal bancaria.
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